lunes, 12 de abril de 2010

COMO ENTENDER AL ADULTO MAYOR

DIEZ PASOS PARA UN ENVEJECIMIENTO SALUDABLE

El envejecimiento, es un proceso en la que todo ser vivo es un actor principal. Se están haciendo numerosos descubrimientos relacionados con las causas que lo provocan, son varias las teorías que se mueven en torno a tan misterioso proceso de deterioro de la vida. Todas en su mayor parte fundamentadas y aprobadas, con único objetivo de desarrollar estrategias de intervención y atención del adulto mayor.
El envejecimiento conlleva una serie de cambios a nivel cardiovascular, respiratorio, metabólico, músculo esquelético, motriz, etc. que reducen la capacidad de esfuerzo y resistencia al estrés físico de los mayores, reduciéndose así mismo su autonomía, calidad de vida, habilidades y capacidades, así como el aprendizaje motriz
Por tanto el envejecer como un proceso dinámico, gradual, natural, e inevitable, proceso en el que se dan cambios a nivel biológico, corporal, psicológico y social. Transcurre en el tiempo y está delimitado por la vida.
Cuando decimos proceso dinámico, nos referimos a que no es una etapa rígida, igual para todos y cronológicamente demarcada; al contrario proceso dinámico habla de un continuo desarrollo: por eso decimos que es una parte más del crecimiento del ser humano como lo es la niñez, la adolescencia o la adultez. El organismo humano crece desde que nace hasta que muere
Existen varios criterios para decir que una persona es "vieja" como:
1.- Aspecto Cronológico: edad en años; relacionado con el retiro o jubilación obligatoria.
2.- Aspecto Físico: Se toman en cuenta los cambios físicos producidos en la persona, como cambios en la postura, forma de caminar, facciones, color del pelo, piel, capacidad visual y auditiva, disminución en la capacidad del almacenamiento de la memoria que afecta a los tres tipos de memoria (a corto, mediano y largo plazo) de forma directa, sueño alterado, etc. Todo esto relacionado a la alteración en forma notable de las actividades cotidianas.
3.- Aspecto Social: según el papel o rol que desempeñan en la sociedad.
Todos estos aspectos son relativos, pues dependen de muchos factores y principalmente del espíritu de cada persona. Todas las teorías relativas a las causas del envejecimiento aceptan una base biológica, influida favorablemente o no por el entorno social.

DIEZ PROPUESTAS PREVENTIVOS PROMOCIONALES PARA EL ADULTO MAYOR

1.- SALUD MENTAL
Toda persona con una salud mental estable, será capaz de afrontar su situación actual y tendrá las herramientas adecuadas para sopesar las vicisitudes de la vida. Todas las estrategias de salud mental, mejoran la auto-estima, el autocontrol, el funcionamiento autónomo, los hábitos de sueño, las funciones intelectuales y las relaciones sociales.
Es por ello que la calidad de vida debe incorporarse decididamente en el ámbito de la intervención psicosocial y en especial del comportamiento adictivo por su condición de crítico problema de salud pública y el rol que tendría en la rehabilitarían del adicto.
Permite articular lo individual y lo social, ya que establece conexiones inexcusables entre el bienestar psicológico y las dinámicas psicosociales.
Se sitúa en el terreno de la promoción y la prevención en su sentido más amplio, siendo perfectamente asumible desde perspectivas comunitarias y desde dinámicas interdisciplinarias.

Accesibilidad y calidad de servicios (comerciales, de salud, educación y de ocio).
Calidad y seguridad de transporte y servicios de protección.
Riqueza
Status de empleo
Ingresos (poder adquisitivo)
Posesiones materiales

2.- SERVICIOS ADECUADOS Y/O DIFERENCIADOS
Los servicios para el adulto mayor deben ser diferenciados y adecuados respondiendo a las necesidades y urgencias que la persona lo necesite es así que el adulto mayor tiene la prioridad en el sistema de salud a nivel prioritario. Los servicios de salud deben estar adaptados con los siguientes servicios:
1.- Adecuados:
Ambientes adaptados a las condiciones biológicas y funcionales del Adulto Mayor.
2.- Diferenciados
Ambientes exclusivos para dicho fin, o aquel que brinda a dedicación exclusiva, en horario diferenciado y visible al público.
3.- Ubicación del consultorio:
Primer piso
Fácil acceso.
Buena iluminación.
Puertas amplias.
Rampas.
Pasamanos.

3.- LA ACTIVIDAD FISICA
Los ejercicios adecuados, desarrollan en la persona esperanza de vida e independencia funcional, ya que ayuda a prevenir enfermedades. Se ha encontrado que las dos tercera parte de las personas con más de 60 años practican de manera irregular alguna actividad física o son totalmente sedentarios. Por causa de la inactividad aparecen los riesgos de enfermedades crónicas como las cardiovasculares, la hipertensión, la diabetes, la osteoporosis y la depresión.
El trabajo a diario con los adultos mayores demuestra que la práctica física regular incrementa la habilidad de un adulto mayor en sus quehaceres diarios, reduce los riesgos de enfermedades crónicas específicas, incluyendo las enfermedades coronarias y baja la tasa de mortalidad. Los sistemas más susceptibles al cambio con el ejercicio son:
El cardiovascular (modulador de la variabilidad de la frecuencia cardiaca con ejercicio aeróbico)
El respiratorio
El inmunológico;
Además se ven beneficiados:
La masa metabólica activa
Los huesos
Los músculos
Los riñones y los receptores sensoriales.
El ejercicio logra ayudar en el tratamiento y la prevención de la osteoporosis Se puede mejorar significativamente la calidad de vida de una persona de la tercera edad dándole mayor flexibilidad, fuerza y volumen muscular, movilidad y mayor capacidad funcional aeróbica
Se recomienda una actividad física regular (de 3 hasta 4 veces por semana) de duración moderada (de 20 hasta 30 minutos) y de una intensidad suficiente (de 70% hasta 85%) para obtener efectos de acondicionamiento, minimizando los riesgos de la actividad física.
Las caminatas, el trote y la bicicleta ayudan al adulto mayor desarrollar capacidades, fuerza, velocidad, flexibilidad y el equilibrio de personas de 60 hasta 72 años.
Tomando en cuenta las diferencias de la población de la tercera edad, se recomienda un programa de entrenamiento que sigua los lineamientos básicos de prescripción de la frecuencia, intensidad, duración y tipo de actividad para un adulto sano, siendo diferente en su aplicación. Un adulto mayor es diferente y tiene mayores limitaciones física-médicas que un participante de edad mediana, por esto la intensidad del programa es menor mientras la frecuencia y duración se incrementan. El tipo de entrenamiento debe evitar las actividades de alto impacto, además debe permitir progresiones más graduales y mantener una intensidad de un 40% hasta un 85% de la frecuencia cardiaca máxima.

4.- USO DEL TIEMPO LIBRE.
La vejez marca el ingreso al mundo del tiempo libre como ruptura de las obligaciones. El tema se puede abordar desde una perspectiva múltiple: por el lado de las posibilidades y dificultades.
1.- Posibilidades, en cuanto uno piensa que la persona está en condiciones de hacer aquéllas actividades que deseó toda su vida pero que no tuvo oportunidades de concretar y Dificultades en tanto todo toma valor a partir de lo que uno produce económicamente.
Si antes faltó tiempo, ahora sobra. Si antes sobró actividad, ahora falta.Detrás de cada conducta siempre hay una necesidad. Las necesidades mueven las conductas y son los aspectos dinámicos de la personalidad. Una vida con calidad significa para el adulto mayor, un encuentro entre el reconocimiento de sus necesidades y la búsqueda eficaz de su satisfacción.
Las necesidades humanas son tanto las materiales básicas como el conjunto de necesidades no materiales tales como las de participación, creación, reflexión... y todas constituyen un sistema de modo que la satisfacción de unas y otras están mutuamente condicionadas.Todas estas necesidades se consideran necesidades objetivas; las necesidades subjetivas son el estado de carencia sentido por las personas. Esta diferencia entre necesidades objetivas y subjetivas permite decir que puede haber un estado de carencia o de necesidad no satisfecho, aún cuando las personas afectadas no sientan esta carencia.Comenzar a escuchar lo que quiero y necesito y no sólo lo que debo, lo que viene de adentro mío y lo que viene del contexto, produce modificaciones en la persona. La calidad de vida se expresa a través de las conductas que (el adulto mayor) tiene para sí mismo y para con la comunidad.
El tiempo libre como calidad de vida, es fundamentalmente el resultado de una actitud. Y estas actitudes, como los conocimientos, los hábitos o las habilidades, se aprenden.
2.- Aprendizaje: Es común creer que con la vejez decrecen todas las capacidades de aprendizaje y se deterioran las funciones intelectuales. Sin embargo, investigaciones posteriores demostraron que en el área intelectual, si el estado de salud es bueno, no hay declinación.
El juego es una actitud frente a la vida que nos permite ser creativos.Esta actitud, es la que interesa preservar, acrecentar y/o rescatar en el adulto mayor. Será una actitud vital ante su tiempo, ante su vida, contribuyendo a mejorar la calidad de ésta. El juego, rebasa la breve época de la niñez, en que se lo ha confinado, constituyendo experiencia de aprendizaje actitudinal.
Lo que establece la pauta acerca del contenido lúdico de una actividad es la actitud de la persona que la está ejerciendo. Tanto Piaget, como Chateau, muestran cómo la actividad lúdica contribuye a la educación y proporciona fuerzas y actitudes que permiten hacerse a sí mismo en la sociedad. Prepara la entrada en la vida y el surgimiento de la personalidad, por eso la necesidad del mismo en todas las etapas, dentro del modo propio de cada una de ellas. Es juego todo aquello que enmarquemos voluntariamente como tal. Para introducir el juego en una organización recreativa, hacen falta ciertas actitudes individuales tales como, creer en el valor del juego, no tenerle miedo, reconocer las oportunidades y comprender la importancia de generar esa actitud en el otro. No hay forma de imponer el juego a la fuerza. Para los adultos mayores, el espacio lúdico permite jugar con las diversas precariedades objetivas o fantaseadas que acosan al adulto mayor. Es éste un momento privilegiado de la vida para jugar con las faltas y falencias en un espacio compartido.

5.- LA ALIMENTACION EN EL ADULTO MAYOR
En la etapa de la adultez mayor, la nutrición es muy importante para la salud física y emocional. Por ello, la dieta que lleven los adultos mayores debe ser equilibrada, variada y gastronómicamente aceptable. La comida debe ser fácil de preparar, estimulante del apetito y bien presentada, apetecible y además de fácil trituración o desintegración y digestión.
El adulto mayor debe tener una alimentación variada, en la que diariamente se incluyan frutas; verduras; leche o productos lácteos con poca grasa; carnes o legumbres; pan; cereales (arroz, sémola, fideos)
Asimismo, debe preferir el pescado, pavo o pollo y evitar las carnes rojas, por su alto contenido de colesterol. Estos alimentos permiten vivir saludablemente, porque aportan suficientes proteínas, grasas esenciales, minerales, vitaminas, hidratos de carbono y agua.
Gracias a ellos, nuestro cuerpo funciona bien y crea los mecanismos para defenderse de las enfermedades.

Recomendaciones de Consumo de Alimentos
Reemplace las carnes rojas por legumbres, carne vegetal, huevos, jurel, atún o salmón en conserva.
Al comprar carne, elija la que tiene menos grasa.
No compre huesos, porque no alimentan
Consuma 1 a 2 huevos en la semana
Aumente el consumo de alimentos ricos en fibra, como legumbres, frutas y verduras crudas, pan y cereales integrales. La fibra de los alimentos ayuda a bajar el colesterol y mejora la digestión.
Beba agua en los intervalos de las comidas, 6 a 8 vasos en el día.Consuma sal muy moderadamente. Lave los alimentos que contienen mayor cantidad de sal como: aceitunas y atún en conserva, entre otros.
Disminuya el consumo de té y café, porque alteran el sueño y son diuréticos, es decir, contribuyen a la deshidratación, en especial cuando se toma poco líquido.
Si toma bebidas alcohólicas, disminuya su consumo a no más de una copa de vino tinto al día. El alcohol modifica el efecto de los medicamentos, aumenta el riesgo de accidentes, caídas y fracturas, y eleva la presión sanguínea.
Coma lento, mastique bien
Si tiene problemas para masticar, coma la carne molida y las verduras, y frutas ralladas o cocidas.
Coma en lo posible 4 comidas al día.

6.- LA SEXUALIDAD EN EL ADULTO MAYOR
El envejecimiento no significa necesariamente el final de la actividad sexual. La sexualidad evoca afecto, y comunicación, produce vitalidad e integración emocional.
La sexualidad en un sentido amplio incluye todas las formas de expresión: la aproximación, el tocar, la intimidad emocional, la compañía, la masturbación además del coito.
La actividad sexual regular en la vejez, es un signo de salud y equilibrio; además de un aliciente contra el aislamiento.
Factores que Influyen en el comportamiento Sexual
Algunos factores que influyen en el comportamiento sexual son la salud, la disponibilidad de una pareja sana, la actividad física, el nivel de educación y las creencias.
Las personas mayores pueden tener una vida sexual activa.
Es necesario tener una actitud abierta sobre la sexualidad del adulto mayor.

7.- LA DEPRESION EN EL ADULTO MAYOR
La depresión es un trastorno de primer orden en cuanto a frecuencia y trascendencia dentro de las enfermedades que aquejan preferentemente a los ancianos. La existencia de tratamientos eficaces que pueden mejorar la calidad de vida de quienes padecen este trastorno, obliga a prestar especial atención a este problema. Deberemos mantener un permanente estado de alarma que permita su detección, para posteriormente abordarla con los tratamientos de los que disponemos.
El concepto de depresión no es extraño por su difusión fuera de la práctica médica. Sin embargo es necesario puntualizar que los síntomas depresivos pueden formar una variada constelación de manifestaciones que incluyen síntomas psíquicos y corporales.
Entre los primeros se encuentran síntomas afectivos consistentes en una alteración del humor entendido como alteración del estado de ánimo. Es el ánimo depresivo o tristeza vital. Otros síntomas de esta esfera afectan a la pérdida de interés por las cosas así como a la capacidad para disfrutar. Constituyen el núcleo central de la depresión y se acompañan de una disminución de la vitalidad con alteración de la actividad laboral y social del individuo. En esta esfera pueden existir otros síntomas como ideas de culpa, autorreproches, pesimismo, desesperanza, dificultad para concentrarse, ideas de suicidio...
Sin embargo en la depresión existen síntomas corporales o somáticos siendo los más frecuentes las alteraciones del sueño con insomnio y menos veces hipersomnia; pérdida de peso con falta de apetito; cansancio o falta de energía. Pueden existir otras muchas quejas somáticas: gastrointestinales, vértigo, dolor, cefalea, etc. que en ocasiones son predominantes en la depresión del anciano.
En la vejez concurren una serie de factores de diversa índole que pueden favorecer la aparición de este trastorno. Entre ellos se encuentran:
Pérdida de salud que acontece con la edad. En muchas ocasiones ésta pérdida de salud condiciona deterioro funcional con tendencia a la dependencia física y pérdida de autonomía.
Presencia de enfermedades crónicas, pérdidas de familiares, amigos y seres queridos en ocasiones acompañadas de reacciones de duelo patológicas.


8.- EL AMBIENTE DEL ADULTO MAYOR
Muchas veces el anciano suelen ser víctima de su ambiente ya que el entorno en que se desarrolla es fundamental para seguir desarrollándose de manera adecuada, asociando factores ambientales, enfermedades y medicamentos.
Peligros ambientales. Por ejemplo suelos resbaladizos, camas altas, escalas sin barandillas, escalones altos y estrechos, iluminación deficiente, muebles u objetos mal ubicados (obstáculos para el desplazamiento seguro), ropa y calzado inapropiado.
Enfermedades. El adulto mayor que presenta caídas tiene en promedio 3 a 4 enfermedades coexistentes.
Factores de riesgo para caídas recurrentes no sincopales
• Dificultad para levantarse de una silla.• Incapacidad para caminar a paso rápido en tándem (sobre una línea).• Reducción de agudeza visual.• Múltiples caídas durante el año anterior.• Otras que aparecen como menos importantes, son las alteraciones cognitivas y estado depresivo.

9.- EL ENTORNO FAMILIAR
Uno de los elementos que sobresalen en las propuestas para la mejora de la situación del familiar cuidador es la conveniencia que los familiares deben desarrollarla que sirva para mejorar sus habilidades y estrategias respecto al conocimiento de la enfermedad y al manejo de la conducta del enfermo, porque esto generara la conveniencia del aumento del apoyo social, ya sea a través de grupos de apoyo a familiares o a través de los servicios profesionales de cuidadores auxiliares.
Los familiares deben mejorar de las actitudes y situación del familiar cuidador parece clara, Proporcionarles la posibilidad de asistir a programas informativos que mejoren sus estrategias de afrontamiento y, al mismo tiempo, aumentar significativamente el apoyo social.
La personalidad del cuidador es un factor, sin duda a tener en cuenta, especialmente, el grado de simbiosis que ha mantenido con la persona afectada y, por supuesto, las vicisitudes de esta relación. Consideran como un elemento predictivo de tensión el haber mantenido una relación ambivalente o poco satisfactoria con el enfermo antes de la enfermedad. Por otra parte, el grado de autonomía, la fortaleza del yo y la historia de su separación respecto a los objetos primarios, van a determinar que el cuidador tome una posición u otra en la elaboración de lo que está sucediendo y que pueda tomar la distancia «psíquica» más saludable para cuidar, sin dejarse arrastrar por el proceso de deterioro del familiar.

10.- VIOLENCIA FAMILIAR AL ADULTO MAYOR
Para los ancianos, las consecuencias del maltrato pueden ser graves, ya que se trata de personas físicamente más débiles y más vulnerables, sus huesos son más quebradizos y los procesos de convalecencia son más prolongados. Incluso una lesión relativamente leve puede causar daños graves y permanentes
Es importante señalar que se han realizado muy pocos estudios para determinar las consecuencias del maltrato, aunque en los estudios clínicos y de casos existe información sobre las graves dificultades emocionales sobre las personas mayores maltratadas. También se ha señalado que existen otros síntomas asociados con los casos de maltrato como: los sentimientos de impotencia, alineación, culpa, vergüenza, temor, ansiedad, negación y el estrés postraumático (el cual puede aumentar el riesgo de muerte), la depresión y los intentos de suicidio.
El maltrato y el descuido de un adulto mayor pueden producirse no solo en el ámbito doméstico sino también en diversos tipos de instituciones, aún en las que parecen prestar una atención de excelente calidad a los residentes.
Son varias las personas que pueden infligir malos tratos: un miembro del personal asalariado, otro residente, un visitante voluntario o como ya se ha mencionado los familiares y amigos.
Una relación de maltrato o descuido entre el anciano y la persona que lo atiende en su hogar no se interrumpe necesariamente cuando aquel ingresa al sistema de asistencia institucional. A veces, el maltrato continúa en el nuevo ámbito.

Qué se puede hacer para prevenir el maltrato de las personas mayores
Los efectos de la violencia física y psicológica sobre la salud de una persona mayor se ven exacerbados por el proceso de envejecimiento y las enfermedades características de la vejez. Es más difícil para los ancianos evadirse de una relación de maltrato o tomar las decisiones apropiadas debido a las deficiencias físicas y cognoscitivas que generalmente sufren.
En algunos lugares, las obligaciones derivadas del parentesco y el recurso al círculo familiar ampliado para resolver las dificultades también pueden reducir la capacidad de las personas mayores, en especial de las mujeres, para eludir las situaciones peligrosas. Hay que recordar que a menudo, el agresor puede ser la única compañía con que cuenta la persona maltratada.
Por estas y otras consideraciones, prevenir el maltrato de los ancianos plantea a los profesionales un sinnúmero de problemas, ya que en la mayoría de los casos, el mayor dilema es cómo lograr un equilibrio entre el derecho a la autodeterminación de la persona de más edad y la necesidad de adoptar las medidas necesarias para poner fin a la situación de maltrato.
Los objetivos de la red son: sensibilizar a la opinión pública; fomentar la educación y la capacitación; organizar campañas en favor de las personas de edad maltratadas y descuidadas; y promover las investigaciones sobre las causas, las consecuencias, el tratamiento y la prevención del mal trato de los ancianos.

EDUCACIÓN Y CAMPAÑAS DE SENSIBILIZACIÓN
En los países industrializados, la educación y las campañas de sensibilización pública han sido de vital importancia para informar a las personas acerca del maltrato de los ancianos.
La educación no solo significa transmitir una información nueva sino también producir un cambio de actitudes y de conductas, por lo cual resulta una estrategia preventiva fundamental. Puede llevarse a cabo de formas muy variadas, por ejemplo, mediante sesiones de capacitación, seminarios, programas de educación continua, talleres, y además en reuniones y conferencias.
Los destinatarios deberían ser no solo los profesionales de las diversas disciplinas pertinentes (que van desde la medicina, la salud mental y la enfermería hasta la asistencia social, la justicia penal y la religión), sino también los investigadores, los educadores y los encargados de formular las políticas y adoptar las decisiones.
Un programa de estudio básico para la mayoría de las disciplinas, debe incluir una introducción al tema del maltrato de las personas mayores, la consideración de los signos y síntomas de maltrato y, por último, información detallada de las organizaciones locales que pueden proporcionar asistencia.

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